El diseño de películas y envases para alimentos se ha vuelto más complejo en los últimos años. La mayoría de las películas consisten en múltiples capas laminadas, cada una diseñada para actuar como una barrera contra el oxígeno, la humedad y otros factores externos que pueden hacer que los alimentos se deterioren. Las capas individuales pueden ser de papel de aluminio, películas de plástico o incluso plástico metalizado. Cada capa debe tener un grosor controlado: si es demasiado delgado no protegerá el contenido del envoltorio, y si es demasiado grueso el material se desperdiciará, lo que aumentará el costo del envoltorio. A medida que los requisitos de diseño y fabricación para estas películas se han vuelto más complejos, también ha aumentado la necesidad de una inspección más rápida, más precisa y altamente automatizada de estos materiales. Los métodos manuales tradicionales de inspección que deben configurarse de manera diferente para cada tarea de medición, ya no son adecuados hoy en día.
Cada capa debe tener un espesor controlado: demasiado delgado y no protegerá el contenido del paquete, demasiado grueso y se desperdiciará material, lo que aumenta el costo del paquete. A medida que los requisitos de diseño y fabricación para estas películas se han vuelto más complejos, también ha aumentado la necesidad de una inspección más rápida, más precisa y más altamente automatizada de estos materiales. Los métodos manuales tradicionales de inspección que deben configurarse de manera diferente para cada tarea de medición ya no son adecuados más allá de la investigación y el desarrollo.